miércoles, 13 de junio de 2007

Una mirada nostálgica.

Hace tiempo ya me di cuenta que tener 20 años de vida, no es más que una suma de años. Desde hace tan poco soy quien creo ser, y tantos años los desconozco.
No por nada decidí alguna vez guardar mis diarios de vida, cartas, fotografías, etc. Cosa que mi madre relacionó con un problema de desorden y cachureísmo. En esos tiempos, recuerdo haber dicho que guardaría todos esos recuerditos para mostrárselos a mis hijos, hoy creo que soy mi propia hija.
No me reconozco en ese cuerpo, en ese corte pelela, en ese moño parado, en esa placa de frenillos. Me veo y no soy yo, es la imagen evocada de alguien que dicen ser yo.
La niña y la adolescente se pelean por tener un espacio en mi memoria, tan a corto plazo que hasta dudo del día de ayer.
Me trato de encontrar entre objetos; aquella muñeca, aquel peluche, aquel dulce, hasta en aquel programa de televisión, pero me encuentro entre objetos y no soy yo, si no una generación, pertenezco así al recuerdo colectivo y éste me pertenece, pero más bien, me lo apropio con el fin de aferrarme a algo para ser.

No hay comentarios: